Las plagas pueden arruinar cosechas enteras en el mundo de la agricultura, pueden hacer que los esfuerzos de años no se vean recompensados, pues pueden afectar tanto a la parte vegetativa del cultivo (hojas y tallos) o directamente al fruto.
Los organismos causantes de tantos daños son de varios tipos: insectos, hongos, bacterias y virus.
Plagas de insectos
Pulgón: uno de los parásitos más conocidos en la agricultura y jardinería, afecta a los tallos y hojas donde el pulgón se alimenta. Deforma hojas y tallos reduciendo la productividad de los cultivos. Afecta principalmente la col, la judía, la patata, las habas y el guisante.
Mosca blanca: esta mosca afecta sobre todo a cultivos en invernaderos. son insectos de dos milímetros con alas blancas que pica las hojas provocando su caída prematura. Los cultivos más afectados son la col, el tomate, el calabacín, la zanahoria, la cebolla, el pimiento y la judía.
Trips: son insectos de dos milímetros que causan lesiones en tallos, flores o frutos de un color característico gris metálico. No es una plaga grave pero trasmiten virus que pueden causar muchos problemas en los cultivos. Los cultivos más afectados son los de tomate y berenjena.
Plagas de hongos
Mildiu: es un hongo fácilmente reconocible por las manchas verdeamarillentas que produce en toda la planta, frutos incluidos. Afecta a los cultivos de patata, tomate y pimientos.
Oídio: es un hongo que afecta a tallos y hojas creando una masa algodonosa, blanquecina y estrellada. Afecta al pepino, calabacín y vis entre otros cultivos.
Roya: este hongo es sencillo de identificar pues crea abultamientos rojos en el envés de la hoja pudiendo producir la caída de las hojas. Afecta principalmente a judías, habas y guisantes.
Para combatir cada una de estas plagas lo mejor es la observación para una intervención temprana y la ayuda de un buen producto específico para eliminar cada plaga.